El Rulfo
Cuando Cortázar pidió la baja en primero, aprecio
Rulfo. Él es mi amigo imaginario y a veces creo que yo soy el suyo. Hacemos
todo juntos: lavandería, sastrería, almacén de alumnos, zapatería. Caminamos juntos por la Escuela y hablamos e
la vida imaginaria. A veces, en período
de exámenes, vamos al casino por un cigarrillo para los nervios. Ayer se puso melancólico y me pidió que le
imaginara una polola. Me da miedo que
pida la baja y se vaya con ella. Tal vez
yo también desaparecería.
Elodin
S.A. Sergio Poblete Ahumada
Gotas de un adiós infinito
Caminé fugaz bajo la lluvia, esquivándola
inútilmente. Agobiado entré al Olimpo, y
busqué desesperado un espacio vacío. Un
rincón solitario…Una esquina amable abrazó mi alma, mi cigarro y mi soledad.
Las luces puntuales de las 22:00 se las llevó el
hondo sonido del clarín, pero para las luces del infinito no hay ni horarios ni
clarines. Brillan infatigables como el
recuerdo de tu adiós, y contemplando el mismo infinito que aquella vez, recordé
cuando dijiste que no había nada más hermoso que Santiago de noche y con
lluvia. Pero te equivocaste. Era Santiago, de noche, con lluvia y contigo.
Melchor
S.A.
Matías Morales Figueroa
Run
Run se fue pa’l Norte
Cuando él le dijo, ella lloró. Una mezcla extraña
entre pena y orgullo. Su hijo fue
aceptado para ser oficial de Ejército y se tendría que ir a finales de
enero. Tal vez nunca más vuelva. El abuelo lo abrazó muy fuerte, pero sabía
que debía dejarlo partir. La tierra, el
barco, el arado y el caballo sólo serían juegos pasados. Sonaba Violeta Parra en el radio. Run Run se fue pa´l Norte. En quince días más empezará una nueva vida en
Santiago. Por favor, que le vaya muy bien.
Alex
Alfredo Martínez Hidalgo
Los centinelas
Saber que te toca hacer centinela un fin de semana
da mucha lata. Sobre todo cuando se pone
a llover. Ni el hambre, ni el sueño o el
calor me atacan mucho. Pero el frio es
otra cosa. Es lejos lo que más me
mata. Lo único que quieres es que llegue
luego el relevo. Sin embargo, si das una
ronda por la Escuela Militar, te darás cuenta que hay centinelas
permanentes. Tanto “Lautaro”,
“O’Higgins”, ”Los Piluchos”, El Tamborilero” o “el Granadero argentino”. Nunca son relevados. Los admiro mucho, ellos
nunca se quejan de nada. Quizás por eso están ahí.
Gandalf
Alfredo Randolph Fuentes
Caminando hacia la Historia
Caminando hacia la historia pensando en ser parte
de ella, largos pasillos traen recuerdos narrados por viejos soldados que
llaman a recrearlas. Historias de
alegrías, penas, pasión, honor y camaradería, empapada de recuerdos. Crucé el umbral para formar parte de la
guardia de honor de la patria, alentada por frases de inspiración estampadas en
bronce, aquellas que cubren este gran Alcázar fortificado de sentimientos
profundos, que llaman vocaciones y hacen crecer llamas de patriotismo, que
arden en el alma de futuros ejemplos del liderazgo, forjando futuras historias
de soldados, iluminando nuestros pasos hacia el futuro, legando amor por
nuestro Ejército.
Pantera
Rocío Peralta Bustos
Sensaciones
¿De qué se compone la vida, sino de sensaciones
extraídas por tu mente y atesoradas por tu corazón?
Aún mi cerebro descansa. Percibo débil el primer toque de diana. Son las cinco cuarenta y cinco y parpadeo
rápido para conseguir reaccionar. Por un
segundo, un bombardeo de pensamientos viene a mi cabeza, al igual que la cadencia
de un fusil ametralladora en medio del combate.
¿Qué tiene preparado para mí este nuevo día o, más
bien, con qué seré yo capaz de sorprenderlo?
Un día más de desafíos. Un día de menos de lograrlos.
Seis meses en la Escuela Militar.
Beatrice
Romanet García Merino
Alberto Blest Gana
Mi escuela tiene un lugar donde respiran caballeros intrépidos, romances épicos, detectives
tortuosos, versos que llegan hasta el alama del más vigoroso. Pero luego de departir con muchos de ellos he
descubierto que estos llevan años sin ser revividos. Kafka ya no nos pasma con su
metamorfosis. Neruda ya no inspira a
nadie con sus odas, para que mencionar los cuentos inverosímiles de Cortázar o
la desdeñada Lota de Baldomero Lillo.
Sólo puedo atribuir este evento debido a que la
biblioteca queda muy alejada, y no a que el cadete se olvidó de leer un buen
libro.
Filotus
Diego
Soto Soto
Magia en la Elipse
Encajona la banda de guerra, mi teniente nos
envalentona. A mi izquierda veo
volantines con trocitos de cielo, a mi derecha
los importantes. Se marca el primer compás, el izquierdo marca
el bombo y se acercan las banderolas.
Paso la Blanca y me preparo, alcanzo
el azul y comienza el paso regular, entro al trilocular y empieza la
magia. Levanto a cuarenta y cinco grados
mis pies, rodillas estiradas, punta hacia afuera y vista franca a la derecha. Al rojo llego el corazón un poquito más
grande que antes, y el Parque O’Higgins fue testigo.
Luna
Cristóbal Dinamarca Cazor
Diario Mural
Mi
nombre en el diario mural. “Presentarse en la oficina del director de la
Escuela”. Llegué. ¿Qué tipo de relación tiene con Daniela?
Porque ella es mi hija.
Alex
Alfredo Martínez Hidalgo
Me gustas
Me gusta que en tu anonimato observes a los niños
salir hechos hombres. Me gusta que en la
frialdad de tus paredes, seas capaz de cobijar tibiamente a tus jóvenes con el
calor del compañerismo. Me gusta que
optes por silenciar tu indudable alma viva.
Me gusta que en esas dieciséis columnas estén fijas las miradas de tu
nación. Me gusta que en tu frente tengas
el mismo bicentenario guardián de fierro que te protege del enemigo, blandiendo
su espada la viento. Y aunque sea
sorprendente y duro admitirlo, me gusta la forma en la me formas, ¡mi Escuela!
Merlín
Ángelo Magaña Suazo
Vocación
Solía caminar desde la estación Escuela Militar
hasta mi casa, por Vespucio, todos los días cuando volvía del colegio. Pasaba por el frontis preguntándome si había
gente ahí dentro. Por fuera nunca se ve
a nadie. Me preguntaba qué se sentiría. Me refiero a ser militar, estudiar y entrenar
ahí dentro como cadete. ¿Será muy
diferente a lo que hago normalmente? No lo sé.
Ahora todo es diferente. No me
imagino mi vida si no hubiese entrado.
Es extraño. Siento que esta
carrera es lo que siempre quise, pero que sólo me vine a dar cuenta cuando ya
estaba acá.
Antiguo
Alfredo Randolph Fuentes
“Días que no son Días”
“Cada día despierta en un mundo diferente. Los colores, y las formas, esas dimensiones
son como la perfecta libertad elegida por él.
Día a día vive diferente, elige lo que quiere, nunca recuerda el día
anterior, y tampoco el momento en que despertó.
El sólo vive la sensación de libertad que tiene, que sólo lo limita el
mismo mundo en que lo encierra. Los
colores y formas lo fascinan como si nunca los hubiese visto.
Es triste el momento en que lo sacude un solo
grito: “¡Despertar!” Y toma conciencia que su libertad es tan grande como lo
eran sus dueños.
Chité
Ricardo Alarcón Sehythe
El Juramento
Nos preparamos toda una semana para el desfile, la
ceremonia que quizás es la más importante de nuestra carrera militar. El día llega.
Esa mañana no es como las anteriores tiene algo especial. Nos vestimos con la guerrera azul,
orgullosos, y salimos al patio a asumir el gran compromiso con la Patria. En cuanto sale la unidad de formación, vemos
a nuestros padres orgullosos, y nosotros, sin expresión en el rostro, marchamos
elegantes y marciales hasta que llegamos a donde debemos estar frente a la
tribuna, frente a todos nuestros familiares.
La ceremonia arranca y no nos damos cuenta cuando
llega ese momento. Cae la bandera y
decimos el solemne juramento. Nos llenamos de orgullo y honor. Asumimos el compromiso de defender nuestra
Patria con nuestra vida.
Bandera
Rubén
Jofre Caro
Escuela en 100 palabras
En la continua búsqueda de una sociedad con
valores y virtudes, digan de ser heredera de grandes héroes que han precedido
nuestra historia. Un alcázar escoltado
por una imponente y blanca cordillera, y rodeada por la urbe capitalina, ha
sido testigo y formadora de los líderes del mañana que Chile espera cobijar en
su hermosa tierra. Y de esta forma no
perder la senda que nuestros antepasados con sacrificio nos han creado. Merito, virtud y ejército y sobre este Ejército
la grandeza de Chile.
Oso
Ignacio Vega Blázquez
Lo que nos mueve
Alcázar de las cien águilas que ven escurrir sus
sueños como en un reloj de arena. ¡Es
posible alcanzar un sueño que cada vez, en vez de acercarse se ve más lejano?
¿Es posible mirar la vida sin ese resentimiento
por el cual luchamos cada día?
¿O es que solamente estamos acostumbrados a ver
pasar nuestros sueños?
Nuestros anhelos a cambio de algo que s más
fuerte, quizás es algo que nos mueva.
Algo que nos recuerde los mínimos, pero valiosos momentos, que son las
fuentes de nuestra felicidad con la cual expulsamos hasta el más grande de los
temores.
Águila
Rubén Peralta Salazar
Un franco más
Franco normal, al fin. Algo más de dos días. Son cincuenta y un horas, tres mil sesenta
minutos. Algunas pichangas, un asado,
tardes de cine con la familia, de cuadernos ni hablar, un buen libro, el
carrete, la amiga que es algo más…¡Asesino! Grita un joven al bajarse del
metro, agregando uno que otro esto que no se alcanzan a distinguir. Las puertas se cierran. La gente observa la reacción del inmóvil
cadete. El vaivén del ten devuelve el
pensamiento. Ciento ochenta y tres mil
seiscientos segundos, un merecido descanso. Franco normal, al fin.
Elodin
S.A. Sergio Poblete Ahumada
Maestra de concreto
Concreto estoico forjador de hombres
virtuosos. Enseñas a tu gente a ser dura
sin perder su ternura, y conservar las tradiciones de los mismos ancestrales
ojos oscilantes de vida que nos observan en cada retreta desde el firmamento, y
que se empañan de orgullo al ver a sus hijos jurar de por vida. Duela la distancia, duele la doctrina, pero
más duele no servirte Patria querida.
Estos bronces rememoran el mismo legado patriota,
y no cabe duda alguna que cuando el país requiera de tu gente, la estrella
solitaria sentirá nuevamente la alegría triunfal de las batallas de antaño.
Merlín
Ángelo Magaña
Suazo
El segundo hombre en la Luna
El capitán decía que los segundos lugares no eran
importantes. ¿Acaso alguien sabe quién
es el segundo hombre en pisar la luna? Levanté la mano:”Buzz Aldrin”. Cuando niño quería ser astronauta …
Alex
Alfredo
Martínez Hidalgo
Crimen y castigo
La afilada hoja pendulaba sobre su impoluta
desvellada. Su cuello esperaba el
impacto de la sentencia. Una fría gota
de sudor recorrió su espina. Sus manos,
inertes, al costado de su impecable pantalón, no eran capaces de hacer
movimiento alguno, no con doscientos ojos sobre él.
Finalmente.. resignación. El verdugo terminaba su diatriba y alzaba su
hoz al compás de su castigo…
Cerró los ojos como acto reflejo sin saber que
esperar. Dolió menos de lo que imaginó.
Y tomó su puesto, pensando en que haría con sus dos días de arresto.
Elodin
S.A.
Sergio Poblete Ahumada
El gran día
Desperté más temprano que de costumbre. Ni siquiera el corneta de servicio había
tocado diana. Era una mañana como todas,
pero única a la vez. Se respiraba un aire especial, y estoy seguro que no era
el único que se daba cuenta de ello.
Todos estaban arreglando los últimos detalles de su equipo. Nos dieron unas enormes colaciones para no
tener hambre durante el día, porque no
faltan los que se desmayan. Recuerdo que
en un momento habíamos visto ese día como algo lejano, pero ahí estábamos. Faltaban minutos para que la banda diera
comienzo a la gran Parada Militar.
Recon
Alfredo Randolph Fuentes
El sueño de un niño
Un niño soñó con un valiente jinete que se decidió
a recorrer los vertiginosos y recónditos lugares de terrenos desconocidos,
sorteando luchas y batallas con gigantes forasteros, para llegar y cumplir sus
nobles ideales. De pronto, el niño
siguió la ruta de aquél jinete, e ingresó a un imponente edificio que cobijaba
a cientos de niños que un día en sus mentes vivieron el mismo sueño. Y cada vez que miraba su alrededor, se daba
cuenta que aquél joven jinete, se había convertido en el Héroe que todos
querían imitar.
Tachuelazo
Diego
Vásquez Lazo
“Pelu”
“Gabriel vive con ciento ochenta personas. A pesar
de la multitud, siente soledad.
Encontró una mascota, una pelusa que halló
limpiando bajo su cama. “Pelu” su secreto
del botín izquierdo. Lo observa y
juega. El viernes, saliendo franco, la
descuidó en el ajetreo de salir pronto.
Al llegar ordenando, la busca. No está.
Revisa bajo la almohada, botín, casco, bajo la cama, closet. Desesperado busca en todos lados, no sabe qué
hacer, su corazón desborda en llanto, la soledad lo oprime, busca el pañuelo en
su bolsillo para limpiar sus lágrimas.
Siente la textura felposa, voluptuosa y suave. Era “Pelu”.
Chité
Ricardo Alarcón Sehythe
El cuidador
A Don Carlitos te lo encuentras paseando por el patio
de honor, martillando las “chapas” para las formaciones, o acarreando banderas
de aquí para allá, saliendo sigiloso de las catacumbas de la Escuela (del as
cuales dicen, él es amo y señor).
Siempre que lo veo con su rápido paso y sus largos brazos casi
arrastrándose, me pregunto: Cuando Don Carlitos nos deje. ¿Quién cuidará de las
criaturas subterráneas del Alcázar?
Elodin
S.A.
Sergio Poblete Ahumada
Escuela Militar en Cien Palabras
Dime si es común ver el tiempo inalcanzable volar
por los pasillos que cuentan cientos de historias. Dime si es normal encontrar almas llenas de
esfuerzo, pensando en que un mañana descansarán. Dime si es vulgar el sacrificio de aquellos
que sudan por enseñar, con tan solo ayer haber aprendido. Dime si es ordinario vernos hacer nuestro
mejor trabajo, como alguna vez lo prometimos. Dime si es tan fácil encontrar
carreras y competidores todos los días, que despertamos pensando en dar hasta
lo que no tenemos, y dormimos esperando poder dar aún más. Te digo que esa es mi escuela.
Andes
Pablo Cerda Bustos
Pololeo
El Cad. Nadales, encuadrado en la 4° Compañía, un
día decidió hacer un cambio en su rutina.
Se inscribió como voluntario en una corrida para discapacitados del
ejército organizada por la Escuela Militar.
Ahora pasa todos sus fines de semana con una chica que conoció ese día,
y tienen una linda relación. Es avanzada
la noche. En la cuadra, entre el eleve
susurro de los cadetes acostados, se oían veloces golpecitos en el teclado de
su IPhone. Un haz de luz se alcanzaba a
percibir fuera de su cubrecama. Estaba
chateando por Whatsapp con su polola. Antes no solía hacer eso.
Latino
Alfredo Randolph Fuentes
Junto al tricolor
Todos tomamos malas decisiones. La Panchita, una queltehue que salió del
huevo en el cerro “La Gloria” hace dos años, tomó una. Lleva casi cinco semanas empollando sus
cuatro huevitos en el pasto junto al patio de honor, frente al primer tricolor.
Lástima por Panchita. Cada lunes cuando la Escuela
desfila y pasa a pocos metros de su nido, creo que la pobre se le saldrá el corazón por el pico,
asustada por sus polluelos.