lunes, 30 de julio de 2012

¿Quién no ha sido un Dios?


¿Quién no ha sido un Dios?
por Christian Zincker Muñoz
(S.A. IV A.E) 

Solía despertar por las mañanas y lo primero que se me venía a la mente era ¿quién soy? A medida que iba asimilando la realidad después de largas horas de vivir en mis sueños... A veces pensaba que en ellos se vivía mejor... pero siempre  pensando en mi mismo, sin haberme dado cuenta que en mi propia realidad había gente que se encargaba de darme todo lo que quisiera, ellos eran mis seres amados...
Hoy caminando por la calle me dije a mi mismo... he sido  importante para esas personas... y ellos para mi?... yo solamente me he dedicado a satisfacer mis necesidades y caprichos egoístas inclusive a costa del resto... y la única vez que si sentí que era como un Dios para Alguien... jugué a que el universo era mió... y podía hacer lo que quisiera con él, me equivoque... y ahora me doy cuenta que me quede sin universo, al igual como un rey se queda sin reino..., sé que esa persona que me convirtió en un "Dios por un tiempo" jamás leerá esto... pero quiero darle las gracias, por enseñarme lo que fue el amor verdadero, aunque ya sea demasiado tarde, me dejo la lección de que no se juega con el amor...

El Ángel Perdido


El Ángel Perdido
por Christian Zincker Muñoz
(S.A. IV A.E) 


Durante toda una vida la busque, pues había nacido amándola… buscaba sus ojos, su boca, su corazón, queriéndola encontrar con el alma, en miles de lugares incansable busque, recorriendo por cientos de parques, centros comerciales, calles, playas, eventos y un sin fin de lugares que podría numerar eternamente… yo sabía que estaba ahí escondida pero que solo la encontraría buscándola… cansado de tanto despecho.
Domingo diecisiete de Enero, y me he decidido ir a misa, me ubique de pie en el costado derecho… Tercera fila, costado izquierdo  y ahí estaba ella…
Tan frágil como una flor… Era un sueño, una utopía… Estaba desconcertado…
Sus ojos parecían dos estrellas gigantes reflejadas en el más hermoso verde manantial,
Su cabello tan dorado como el sol y su cuerpo esculpido por el mismo Dios, era perfecta, era maravillosa, era un ángel que a mi vista llegaba a ser perturbador…
Dudé de la realidad, dudé de quién era yo, me acerqué a ese ángel perdido que quise desde que apareció… Se estremeció mi alma y se paralizó mi corazón, ¿Cómo blasfemar contra una criatura de Dios? Sentí que no debía estar ahí, y decidí despertar de mi sueño hecho realidad… arrancándome el corazón,  y siguiendo como si nunca hubiese pasado nada, con la vista en alto y arrepintiéndome por el resto de mis vidas esperando que Dios me pinte nuevamente esa oportunidad día a día…